2 Oct 2001
Fue ayer o la semana pasada o hace ya cien
años… En un pequeño pueblo vivieron una abuela y un abuelo. Fueron my pobres.
Nu tuvieron mucho dinero para ir de compras. Tuvieron solamente una pollita. Se
llamó Floribunda. Fue muy guapa y gordita y manchada también. El abuelo y la
abuela la amaron mucho a su Floribunda.
Algún día Floribunda puso un huevo. El huevo
no fue ordinario, fue dorado. Sí, sí, fue de oro.
El abuelo y la abuela fueron my contentos. El
huevo fue grande y muy pesado. La abuela corrió alrededor la mesa y habló:
-
¡Olé,
olé! ¡No es ordinario, pero es dorado!
El abuelo fue my serio y un poco enojado.
Tuvo muy hambre. No supo qué hacer luego. El abuelo quiso poner el huevo en un
botiquín, pero…
En la casa de abuelos, en un rincón atrás la
estufa vivió un ratón listo y complicado. El ratón pasó por el piso, vió el
huevo, se movio la cola y rompió el huevo.
El abuelo gritó y la abuela gritó. Los dos
gritaron porque nunca vieron felicidad en su vida, y, quando fue muy próxima,
la perdieron para siempre.
Solo Floribunda no gritó. Dijo a los abuelos:
-
¡No griten, abuelita y abuelito!
Les voy a poner un otro huevo, no dorado, sino ordinario. Ya no van a tener
hambre.